Tal vez hace demasiado tiempo que no dejo pensar a mis dedos. La vida me ha conducido a un lugar que antes solo imaginaba. Antes, cuando vivía en el rincón oscuro de las horas perdidas y las ideas olvidadas. Antes, cuando esbozar una sonrisa natural suponía un esfuerzo, cuando la soledad era para mí tan familiar como mi propio olor corporal, que existe pero pasa desapercibido por estar harto de respirarlo. Antes, cuando la felicidad no detenía el impulso de escribir sin pensar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Me tenés ubicada de algún lado?
ResponderEliminar